Control de la fatiga en la enfermedad de Parkinson

Hombre sintiendo neumáticos

La fatiga es un síntoma común y a menudo debilitante para las personas que padecen la enfermedad de Parkinson, ya que afecta de forma significativa a su calidad de vida. A diferencia del cansancio normal, la fatiga asociada a la EP puede ser abrumadora y dificultar la realización de tareas sencillas.

El impacto de la fatiga en las personas que viven con EP

Mujer solitaria

La fatiga es uno de los síntomas no motores más comunes de la enfermedad de Parkinson, y los estudios sugieren que afecta hasta al 50% de las personas con EP. La fatiga puede aparecer en cualquier fase de la enfermedad de Parkinson, y muchas personas afirman que afecta significativamente a su rutina diaria.

Este tipo de fatiga no consiste sólo en sentirse cansado; es una profunda falta de energía física y mental que no siempre mejora con el reposo y puede ser más incapacitante que otros síntomas como los temblores o la rigidez.

Las personas con EP pueden descubrir que la fatiga afecta de forma significativa a sus actividades diarias, su vida social y su bienestar general, lo que la convierte en un síntoma crítico que hay que tratar.

Fatiga frente a somnolencia

Hombre dormido

La fatiga y la somnolencia no son lo mismo.

La fatiga en el contexto de la EP hace referencia a una sensación abrumadora de agotamiento que no está necesariamente relacionada con el esfuerzo físico o mental. No siempre se resuelve con el sueño, lo que indica un problema más complejo que la mera sensación de sueño.

La somnolencia se refiere al estado o condición de sentir la necesidad o el deseo de dormir. La somnolencia difiere de la fatiga en que indica principalmente la necesidad natural del cuerpo de dormir y no una falta general de energía o motivación.

Las personas que viven con EP pueden experimentar ambas, pero las estrategias de gestión difieren y la somnolencia suele resolverse más fácilmente.

Causas de la fatiga en la EP

Nube de cerebros

La causa exacta de la fatiga en la EP no se conoce del todo y se cree que tiene múltiples facetas, en las que intervienen factores neurológicos y no neurológicos.

Las posibles explicaciones incluyen:

  • Cambios neurológicos

La EP implica la degeneración de las neuronas cerebrales productoras de dopamina, que desempeña un papel crucial en la regulación del movimiento y la coordinación. Esta pérdida también puede afectar a los niveles de energía, contribuyendo a la sensación de fatiga.

  • Efectos secundarios de los medicamentos

Los medicamentos utilizados para controlar los síntomas de la EP pueden contribuir en ocasiones a la fatiga como efecto secundario. Los mismos fármacos que ayudan a mejorar la movilidad y a reducir los temblores pueden afectar a los niveles de energía, provocando una mayor sensación de cansancio y agotamiento.

  • Akinesia

La acinesia, un síntoma de la EP, se caracteriza por la dificultad para iniciar movimientos y exige un mayor esfuerzo físico para realizar las tareas cotidianas, lo que conduce a un aumento de la fatiga.El esfuerzo físico que supone superar la rigidez muscular y las molestias articulares exacerba el agotamiento. Además, el estrés psicológico provocado por los retos del movimiento agota aún más la energía, intensificando la experiencia de la fatiga.

  • Trastornos del estado de ánimo

La depresión y la ansiedad, comorbilidades comunes en la EP, contribuyen significativamente a la pérdida de energía y a la fatiga.

  • Alteraciones del sueño

Muchas personas que viven con EP experimentan problemas de sueño, como insomnio o apnea del sueño, que pueden provocar fatiga diurna.Comprender estas causas es crucial para abordar la fatiga de forma eficaz, ya que cada factor puede requerir un enfoque diferente para su tratamiento.

Cómo controlar la fatiga en la EP

Ejercicio

El control de la fatiga en la EP implica un enfoque integral que aborde el tratamiento médico, los cambios en el estilo de vida y las terapias de apoyo. Es útil identificar las posibles causas de la fatiga para abordar este problema, así que considere la posibilidad de tomar notas detalladas siempre que experimente fatiga para comentarlo con un profesional sanitario e identificar posibles patrones.

Revisión de la medicación

Es esencial trabajar con un profesional sanitario para revisar todos los medicamentos actuales. A veces, ajustar las dosis o los horarios puede reducir la fatiga sin comprometer el control de otros síntomas de la EP.

Ejercicio regular

Aunque pueda parecer contradictorio, la práctica regular de ejercicio moderado puede mejorar los niveles de energía. Actividades como caminar, nadar o hacer yoga pueden ser especialmente beneficiosas.

Higiene del sueño

Mejorar la calidad del sueño puede influir significativamente en los niveles de fatiga. Establecer un horario de sueño regular, crear un entorno confortable para dormir y abordar cualquier trastorno del sueño pueden ayudar.

Conservación de la energía

Aprender a marcar el ritmo de las actividades y hacer pausas periódicas puede evitar el sobreesfuerzo. Priorizar las tareas y utilizar herramientas o dispositivos de adaptación también puede reducir el esfuerzo físico.

Considera la posibilidad de solicitar adaptaciones o ajustes específicos en los entornos sociales que puedan ayudar a mitigar la fatiga, como sentarte en lugar de estar de pie, tener un lugar más tranquilo para hablar o hacer descansos regulares. Comunica tu fatiga a tus amigos y seres queridos para que sean conscientes de este síntoma y puedan adaptarte adecuadamente.

Este enfoque no sólo educa a los demás sobre la EP, sino que también garantiza su comodidad y su participación en actividades sociales.

Apoyo nutricional

Una dieta equilibrada con abundantes frutas, verduras y proteínas magras puede ayudar a mantener los niveles de energía. Mantenerse hidratado es igualmente importante.

Apoyo a la salud mental

Dado que los trastornos del estado de ánimo pueden contribuir a la fatiga, abordar la depresión o la ansiedad con ayuda profesional puede tener un efecto positivo en los niveles de energía.

Mindfulness y técnicas de relajación

Prácticas como la meditación, el yoga o los ejercicios de respiración profunda ayudan a controlar el estrés físico y emocional, reduciendo potencialmente la fatiga.

Parkinson y fatiga: Próximos pasos

Caminando hacia el atardecer

La fatiga tiene un impacto significativo en la calidad de vida de muchas personas que viven con EP.

Para controlar eficazmente la fatiga, es imprescindible comprender su naturaleza y sus posibles causas y adoptar un enfoque polifacético para su gestión. Colaborar estrechamente con los profesionales sanitarios y las redes de apoyo puede proporcionar estrategias y estímulos adicionales.

Con los enfoques adecuados, es posible mitigar el impacto de la fatiga y mantener una vida más activa y plena a pesar de los retos de la EP.

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Ilustración de 3 personas mirando el horizonte de Los Ángeles al atardecer