¿Cuáles son los factores de riesgo ambientales de la EP?

Para profundizar en los factores de riesgo ambientales de la EP, consulte nuestro último artículo Hablemos del Parkinson con Beate Ritz, MD, Ph.D., catedrática de Epidemiología y Ciencias de la Salud Ambiental y Neurología en la UCLA.
La relación entre los factores ambientales y la enfermedad de Parkinson ha sido en gran parte desconocida hasta hace poco. Con la aparición de más estudios, los investigadores están empezando a comprender las complejidades entre la genética, el medio ambiente y la enfermedad de Parkinson.
La EP es principalmente un "trastorno esporádico", lo que significa que se produce de forma aleatoria y no suele tener un patrón claro de herencia en una familia. Compárese con los "trastornos familiares", que sugieren un posible componente genético de la enfermedad.
Aunque los científicos han descubierto varios factores de riesgo genético que pueden explicar las raras formas familiares de la enfermedad de Parkinson, alrededor del 85-90% de los casos son esporádicos. Comprender las causas subyacentes de la EP implica explorar todos los aspectos de su desarrollo, especialmente los factores ambientales.
Esto es lo que sabemos sobre los factores de riesgo ambientales asociados a la enfermedad de Parkinson.
Explicación de los factores de riesgo medioambientales
Una compleja interacción de predisposiciones genéticas y exposiciones ambientales influye en la enfermedad de Parkinson.
Los factores de riesgo ambientales son diversos y su impacto en las personas puede variar considerablemente. Además, determinadas características genéticas pueden hacer que algunas personas sean más susceptibles a estas influencias ambientales.
He aquí un resumen de estos factores de riesgo:
Plaguicidas y herbicidas

Ciertas sustancias químicas como la rotenona, que se utiliza en los pesticidas, han demostrado causar síntomas similares al Parkinson en animales de laboratorio al interferir con la función mitocondrial y aumentar el estrés oxidativo. El consumo de agua de pozo contaminada con pesticidas y metales pesados también se ha asociado a un mayor riesgo de enfermedad de Parkinson.
Además, el herbicida paraquat se ha relacionado directamente con el Parkinson y se utiliza ampliamente en Estados Unidos a pesar de estar prohibido en 32 países.
Los pesticidas pueden causar daños neuronales al alterar los procesos celulares, promover la agregación de alfa-sinucleína (un sello distintivo del desarrollo de la EP) y perjudicar la función dopaminérgica en el cerebro.
La inhalación, el contacto dérmico o la ingestión pueden provocar la exposición, que a menudo afecta a los trabajadores agrícolas y a quienes viven cerca de las explotaciones.
Metales pesados
El plomo, el mercurio y el manganeso son metales especialmente preocupantes. La exposición crónica a estos metales puede dañar el sistema nervioso. Estos metales pueden acumularse en el cerebro y alterar la función celular, provocando la muerte de neuronas dopaminérgicas.
Las personas que trabajan en las industrias de la soldadura, la minería y la fabricación de baterías pueden correr un mayor riesgo de exposición a estos metales.
Disolventes
El tricloroetileno (TCE) y el percloroetileno (PERC) son disolventes utilizados en agentes desengrasantes y soluciones de limpieza en seco, respectivamente, y se han relacionado con un mayor riesgo de EP. Estos disolventes pueden inducir cambios en el cerebro que imitan los observados en la enfermedad de Parkinson, incluyendo la disfunción mitocondrial y el estrés oxidativo.
Contaminación atmosférica

La contaminación atmosférica aumenta potencialmente el riesgo de desarrollar la enfermedad de Parkinson a través de la neuroinflamación, el estrés oxidativo y la alteración de la barrera hematoencefálica.Los contaminantes inhalados pueden afectar directa o indirectamente al cerebro, posiblemente provocando un aumento de la agregación de alfa-sinucleína, una proteína relacionada con la EP.
Además, la contaminación atmosférica puede causar disfunción mitocondrial y ejercer efectos neurotóxicos directos, contribuyendo al daño neuronal.
Lesión en la cabeza
Los traumatismos craneoencefálicos que causan conmoción cerebral o pérdida de conciencia (como una lesión cerebral traumática) pueden provocar inflamación crónica y acumulación anormal de proteínas en el cerebro, ambas asociadas a la EP. Además, múltiples traumatismos craneoencefálicos pueden tener un efecto acumulativo, aumentando el riesgo de EP para aquellos con más de una lesión.
Factores de protección
Las investigaciones preliminares indican que ciertos factores o elecciones de estilo de vida pueden reducir la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Parkinson. Se necesitan más estudios para determinar con exactitud su eficacia.
Factores dietéticos
Una dieta rica en antioxidantes, como frutas y verduras, puede ayudar a proteger las células cerebrales de los daños. Los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, como el pescado, también tienen un efecto protector.
Ejercicio
Se ha demostrado que la actividad física regular tiene un efecto neuroprotector. Puede mejorar los síntomas motores y no motores de la EP y también puede ralentizar la progresión de la enfermedad.
Consumo de café y té

El consumo moderado de cafeína en el café y el té se ha asociado a un menor riesgo de desarrollar EP y puede ser un factor protector. El mecanismo exacto no está claro, pero puede estar relacionado con la capacidad de la cafeína para bloquear receptores cerebrales específicos implicados en la EP.
Antiinflamatorios
Algunos estudios sugieren que el uso regular de antiinflamatorios no esteroideos (AINE) como el ibuprofeno puede reducir el riesgo de EP. Sin embargo, este tema sigue siendo objeto de investigación, y estos fármacos pueden tener efectos secundarios.
Nicotina
Sorprendentemente, algunos estudios han descubierto que la exposición a la nicotina puede estar asociada a un menor riesgo de EP. Sin embargo, los efectos nocivos del tabaco superan con creces cualquier posible beneficio, y los investigadores están estudiando fuentes alternativas de nicotina.
Niveles de ácido úrico
Los niveles elevados de ácido úrico en sangre se han asociado a un menor riesgo de EP. Sin embargo, el ácido úrico elevado también puede provocar otros problemas de salud, como la gota.
Es importante señalar que estos factores pueden variar significativamente entre individuos y no garantizan la prevención de la enfermedad. Se necesita más investigación en muchas de estas áreas para comprender plenamente su impacto en la enfermedad de Parkinson.
El futuro de la investigación sobre el Parkinson

Aunque cada vez hay más pruebas del impacto de determinados factores ambientales en la EP, aún queda mucho por investigar para determinar exactamente cómo se relacionan. Por suerte, muchos científicos apasionados están avanzando hacia una comprensión más profunda de la enfermedad de Parkinson.
PCLA se enorgullece de presentar a estos agentes de cambio en nuestros eventos virtuales regulares Hablemos del Parkinson. Vea nuestros videos recientes sobre Lo último en investigación sobre EP con el Dr. Jeff Bronstein y Factores de riesgo ambiental para el Parkinson con la Dra. Beate Ritz.
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