Comprender los problemas de salud intestinal en la enfermedad de Parkinson

El Parkinson es comúnmente conocido por los síntomas motores causados por la enfermedad, como temblores y rigidez. Sin embargo, quienes padecen Parkinson saben que la enfermedad es mucho más que eso, y que los problemas causados por los síntomas no motores afectan significativamente a su calidad de vida, como los problemas gastrointestinales.
En este artículo, hablaremos de la salud intestinal y la enfermedad de Parkinson (EP) para ayudarle a comprender y tratar mejor sus problemas intestinales.
Problemas comunes de salud intestinal
Los problemas gastrointestinales relacionados con el Parkinson han pasado en gran medida desapercibidos, ya que los estudios se han centrado más en temas como la dopamina y su potencial para el tratamiento. Ahora, sin embargo, hay un renovado interés en estudiar la relación entre la salud intestinal y la enfermedad de Parkinson debido a su significativo impacto en la vida de las personas.
Los cuerpos de Lewy aparecen en las células nerviosas intestinales de las personas con EP. Las personas con EP tienen menos células nerviosas en el intestino, lo que altera el complejo sistema nervioso entérico e impide que funcione con normalidad. Como señala el Dr. Wael El-Nachef, los problemas gastrointestinales más comunes que se derivan de este trastorno son:
- Estreñimiento (incluyendo diarrea y urgencia/suciedad/incontinencia fecal)
- Hinchazón
- Pérdida de peso y malnutrición
- Mala absorción de medicamentos (especialmente carbidopa-levodopa)
- Ardor de estómago/reflujo
- Dificultad para tragar
Estreñimiento
El estreñimiento es el síntoma no motor más común de la EP y está presente en hasta el 80% de las personas con EP. Puede deberse a dos causas:
- Tránsito lento: Las heces se desplazan con demasiada lentitud por el tubo digestivo.
- Disfunción anorrectal: Los músculos de la zona anal y rectal, que regulan el paso de las heces, no funcionan correctamente.
Normalmente se dan ambos casos.

Si experimentó un estreñimiento extremo que de repente se convirtió en diarrea, es posible que esté experimentando un tránsito lento, lo que resulta en estreñimiento con diarrea por desbordamiento. Esto significa que tus intestinos se han atascado con heces, por lo que sólo las heces blandas y acuosas pueden filtrarse a través de la masa.
Para resolver el estreñimiento con diarrea por rebosamiento, no tomes medicamentos antidiarreicos a menos que corras un grave riesgo de deshidratación y bajo el consejo de tu médico. Estos medicamentos, como Imodium (loperamida), ralentizarán aún más tu tracto gastrointestinal e incluso pueden hacer que se cierre por completo.
Por lo general, puedes eliminar las heces con una o dos limpiezas intestinales, similares a las que tomarías antes de una colonoscopia. En algunos casos, puede ser necesaria la desimpactación manual o la administración de laxantes de venta con receta. Si padece estreñimiento y tiene la sensación de estar haciendo un esfuerzo y "empujando contra una puerta cerrada" para expulsar las heces, es posible que esté sufriendo una defecación disinérgica. En este caso, los músculos que rodean el recto no permiten que las heces salgan libremente. La terapia de biorretroalimentación, que consiste en utilizar máquinas y sensores especiales para ayudarte a identificar y controlar la actividad muscular del suelo pélvico, suele ser eficaz.
También pueden ayudar otros tratamientos típicos del estreñimiento, como los laxantes de venta libre (Miralax), las terapias rectales de venta libre (enemas) y la medicación con receta.
Hinchazón

La hinchazón y la distensión también son problemas comunes en las personas con EP. La causa principal es el estreñimiento, pero a veces también puede deberse a problemas dietéticos (como el consumo de bebidas carbonatadas), el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado (SIBO) o la gastroparesia (parálisis estomacal).
El SIBO no está bien estudiado en la EP, pero el 34% de las personas con EP que experimentan distensión abdominal, náuseas y/o dispepsia darán positivo en las pruebas. Las teorías actuales dicen que el SIBO recae porque la motilidad disminuida del tracto gastrointestinal sigue presente, y el tratamiento puede centrarse en fármacos que aceleren la motilidad.
La gastroparesia puede ser un efecto secundario de la levodopa o del estreñimiento, pero la EP también puede afectar directamente a los nervios del estómago e interferir en sus movimientos. Los síntomas habituales son pérdida de peso (debido a la depresión, dificultad para tragar, pérdida del gusto/olfato, dificultad para sincronizar las comidas con la medicación, etc.), hinchazón y, lo que es más importante, mala absorción de la levodopa. Actualmente, el mejor tratamiento para la gastroparesia en las personas con EP es la prucaloprida.
Problemas de deglución (disfagia)

La EP también puede interferir con los músculos del esófago de dos formas principales:
- Dismotilidad del esófago: Asociada a la sensación de comida atascada, reflujo y regurgitación, y dolor torácico al tragar.
- Disfagia orofaríngea: Asociada a la dificultad para transferir alimentos/líquidos de la boca a la garganta, lo que provoca atragantamiento o tos al comer y dificultad para tragar pastillas.
Consulte a un médico si experimenta estos síntomas. Los problemas de deglución deben tomarse muy en serio, ya que aumentan el riesgo de neumonía por aspiración. Se trata de una enfermedad potencialmente mortal causada por el paso de alimentos, líquidos o saliva a los pulmones en lugar de al esófago.
Consejos para mantener un intestino sano

Los problemas intestinales pueden causar importantes trastornos en su vida normal, pero eso no significa que tenga que aceptarlos. Aquí tienes algunos consejos que te ayudarán a controlar tu salud intestinal:
- Empieza bien el día hidratándote adecuadamente (ayuda a estimular la digestión) y tomando un desayuno saludable (repleto de fibra, nutrientes y antioxidantes para ayudarte a construir un microbioma intestinal equilibrado). Para ayudarle con su dieta, busque un buen dietista titulado con experiencia en ayudar a personas con EP. Una buena forma de comprobarlo es preguntarle si conoce los problemas de absorción de la levodopa con las proteínas. Consulta nuestra guía sobre dieta y nutrición para saber qué alimentos debes comer y cuáles debes evitar.
- Manténgase al día de sus colonoscopias. Si experimenta síntomas gastrointestinales importantes, es posible que necesite una colonoscopia y una endoscopia digestiva alta.
- Si es posible, evite los opiáceos, ya que pueden provocar efectos secundarios gastrointestinales. Si tiene que tomarlos, pida a su médico Symproic (naldemedina) para tratar los efectos secundarios.
- Comprenda que la mayoría de los medicamentos que reciba para tratar el estreñimiento severo pueden fallar a menos que haga primero una limpieza intestinal.
- Lleva un registro de los tratamientos de venta libre (laxantes, enemas, supositorios, etc.) que pruebes cuando tengas problemas gastrointestinales. Saber lo que ha funcionado y lo que no puede ser útil en una cita posterior.
- Ten cuidado con la pérdida de peso (sobre todo de masa muscular), los problemas para tragar y el dolor abdominal intenso y repentino. Estos problemas pueden dar lugar a otras complicaciones potencialmente mortales, por lo que es mejor consultar a un médico.
Conclusión: Escucha siempre a tu instinto

Cuando se padece Parkinson, cuidar los intestinos es increíblemente importante. Estudios recientes continúan destacando tratamientos prometedores para problemas gastrointestinales comunes. Si estás interesado en aprender más, echa un vistazo al próximo evento de PCLA sobre Gastroparesia y Parkinson el 8 de agosto.
Si quieres ponerte en contacto con un grupo de apoyo o un recurso que te ayude a hablar de tus problemas gastrointestinales, ponte en contacto con nosotros: estaremos encantados de ayudarte.
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