La poesía del Parkinson en el punto de mira: Alan Ascher

Alan Ascher, natural de Los Ángeles, empezó a escribir poemas poco después de que le diagnosticaran la enfermedad de Parkinson. Su historia ejemplifica el poder del arte, la conexión y la inspiración trabajando juntos para empoderar a quienes viven con Parkinson. Además, demuestra cómo vivir artísticamente le permitió crear e inspirar a otros.
La vida antes del Parkinson
Alan siempre tuvo dos trabajos. De día trabajaba como químico y de noche tocaba el piano en distintos locales.
Además, trabajó como fotógrafo profesional haciendo retratos de aspirantes a actores y actrices. La persona más famosa a la que fotografió fue el actor Michael Clarke Duncan.
Dato curioso: Alan era conocido como "el fotógrafo más rápido de Los Ángeles" porque construyó su propio cuarto oscuro.
El tipo de fotografía que más le gustaba a Alan era la fotografía espontánea. Algunos de los lugares favoritos de Alan que fotografió fueron Anchorage, Alaska, y Londres, Inglaterra. Sin embargo, decidió retirarse de su carrera fotográfica a medida que la industria avanzaba principalmente hacia la fotografía digital.
Diagnóstico

Alan tenía 60 años cuando empezó a notar los primeros síntomas. Acudió al médico tras experimentar problemas de equilibrio, pero no le dio mucha importancia. Sin embargo, el médico de Alan reconoció los signos cuando acudió a una revisión. Inmediatamente identificó la enfermedad, ya que a su marido le diagnosticaron Parkinson hace más de 25 años. El amigo de Alan, también médico, le tranquilizó diciéndole que se las arreglaría bien y que podría mantenerlo con medicación.
La adaptación inicial no fue demasiado difícil. Sin embargo, Alan ha tenido que hacer algunos ajustes en su vida. Por ejemplo, Alan no lleva bien el gimnasio ni la fisioterapia, así que recurre al baloncesto y a los paseos para hacer ejercicio y mantener el equilibrio. El mayor reto que tuvo Alan al principio fue tomar sus pastillas cuatro veces al día, algo que lleva haciendo desde hace unos cinco años.
Además, Alan tiene que adaptarse al equilibrio. Va y viene. La ansiedad ocasional hace que de vez en cuando sea más difícil. Por ejemplo, estará caminando por la acera y verá una grieta en el suelo. De repente, su ansiedad por caerse surgirá y hará que le resulte mucho más difícil evitar caerse.
La vida después del Parkinson
Como la mayoría de las personas que viven con EP, Alan ha experimentado obstáculos y oportunidades con el Parkinson.
Por un lado, Alan ya no puede tocar el piano como antes. Tocaba por todo Los Ángeles, en diferentes comedores, restaurantes y locales, pero los temblores hacen que ahora le resulte muy difícil tocar. Esto es especialmente cierto cuando toca delante de la gente porque su ansiedad por meter la pata o los temblores se activan y lo hacen más difícil. Sorprendentemente, Alan no lee música; toca de oído. Escucha una canción y la analiza. Luego crea su propia música y estilo a partir de lo que ha oído.

Sin embargo, Alan sigue jugando al baloncesto. Principalmente juega partidos de recogida con otros hombres de entre 60 y 70 años. Todos se lo pasan bien y hacen ejercicio en estos partidos. A Alan también le gusta pasear entre una y dos horas al día.
Vivir artísticamente con la poesía
Alan se acerca a la poesía del mismo modo que lo hizo a la fotografía. Alan escribía a los 20 años, pero a su hermana le gustaba lo que escribía y le animaba a escribir más. Finalmente, después de casi 40 años sin escribir, su hermana sacó el tema y le animó a volver a hacerlo.
El primer poema que Alan escribió fue sobre el Parkinson. Lo leyó en la convención de la PCLA ante cientos de personas hace tres años. Aunque le ponía muy nervioso hablar delante de la gente, estaba agradecido. Pudo ver la alegría que le produjo a todo el mundo. Ayudó a Alan a ver cuántas personas pasan por los mismos retos que él.
Alan ha dicho: "Eso es lo bonito de las palabras y el papel; puedes hacer que la gente sienta algo que nunca antes había sentido".

Alan espera aportar felicidad y alegría a la gente a través de su poesía y su música. Siempre le ha apasionado curar a la gente. Gracias a sus dotes artísticas, quiere alegrar con su poesía al mayor número posible de personas. Ha escrito unos 300 poemas y tiene previsto escribir muchos más.
Alan Ascher es uno de nuestros notables Vivir artísticamente: La poesía del Parkinson de Parkinson.
Alanparticipó en nuestro 2022 Living Artistically Poetry Jam and Book Launch Event.
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