El poder del juego: Actividades para mejorar la motricidad

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurológico que puede afectar a la capacidad de una persona para realizar movimientos cotidianos, como caminar o abrocharse un abrigo.
Puede parecer contradictorio, pero una de las mejores formas de controlar estos síntomas es mantenerse en movimiento.
Mantenerse al día con juegos y actividades que fomenten la destreza, la función cognitiva, la flexibilidad y el equilibrio es fundamental para reducir los síntomas y mantener una mejor calidad de vida.
Exploremos los distintos juegos y actividades que pueden ayudar a mejorar las habilidades motoras de las personas con Parkinson. Pero antes, un breve resumen de cómo afecta la EP a las habilidades motoras finas y gruesas.
Cómo afecta la EP a las habilidades motoras

El Parkinson se caracteriza por la degeneración de las neuronas cerebrales productoras de dopamina, lo que provoca una serie de síntomas motores, como temblores, rigidez, bradicinesia (lentitud de movimientos) e inestabilidad postural. Las habilidades motoras, que implican el esfuerzo coordinado de músculos, nervios y cerebro, se dividen en dos categorías: habilidades motoras finas y habilidades motoras gruesas. Ambas se ven afectadas por la enfermedad de Parkinson de formas diferentes.
Motricidad fina frente a motricidad gruesa

La motricidad fina implica movimientos pequeños y precisos, como escribir o abotonarse una camisa, mientras que la motricidad gruesa implica movimientos más amplios, como caminar o levantar objetos.
Comprender cómo afecta la EP a estas habilidades es crucial para desarrollar intervenciones específicas que ayuden a mantener tanta independencia como sea posible.
Motricidad fina
Son los movimientos pequeños y detallados que requieren precisión y coordinación. Incluyen tareas como coger objetos pequeños, teclear o atarse los cordones de los zapatos.
La motricidad fina suele ser la primera en verse afectada por la enfermedad de Parkinson. Las personas pueden notar una disminución de la destreza, lo que dificulta la realización de tareas que antes se hacían sin esfuerzo. La escritura puede volverse pequeña y apretada (una afección conocida como micrografía), y actividades como utilizar utensilios o manejar botones pueden volverse frustrantemente lentas y difíciles.
Motricidad gruesa
La motricidad gruesa implica el uso de grandes grupos musculares para realizar tareas como caminar, mantener el equilibrio o levantarse de una silla.
A medida que avanza la enfermedad de Parkinson, las personas suelen experimentar dificultades con estos movimientos más amplios. Esto puede dar lugar a un andar arrastrando los pies, dificultades para mantener el equilibrio y un mayor riesgo de caídas. La rigidez y la bradicinesia asociadas a la EP complican aún más la función motora gruesa, haciendo que los movimientos sean rígidos y lentos.
Actividades para el desarrollo de la motricidad fina

Participar en juegos y actividades específicos puede ayudar a mantener y mejorar la motricidad fina de las personas con enfermedad de Parkinson.
He aquí algunas opciones eficaces.
Puzzles
Los juegos que requieren manipular piezas pequeñas, como los rompecabezas o los juegos de mesa, pueden ayudar a mejorar la motricidad fina.
Montar puzzles fomenta el uso de movimientos motores finos, lo que contribuye a mejorar la destreza al tiempo que proporciona estimulación cognitiva y potencia la función de la memoria.
Colorear y pintar
Tanto colorear como pintar ofrecen una válvula de escape para la expresión creativa, al tiempo que ayudan a perfeccionar la motricidad fina y potencian la cognición. Agarrar lápices, bolígrafos y pinceles puede mejorar la destreza y reducir los temblores, al tiempo que induce un efecto calmante.
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Ajedrez
Al igual que los rompecabezas, jugar al ajedrez es una forma eficaz de mejorar los movimientos pequeños y precisos asociados a la manipulación de objetos pequeños.
La resolución de problemas y los elementos estratégicos asociados al ajedrez también tienen muchos beneficios neurológicos, ya que requieren memoria para recordar las reglas y determinar las jugadas óptimas.
Abalorios o punto
Actividades como abalorios, punto o ganchillo requieren un alto grado de precisión y control.
Estos pasatiempos pueden adaptarse al nivel de habilidad de la persona, utilizando cuentas o agujas más grandes para hacer la tarea más manejable. Tejer estimula el cerebelo, lo que permite a las personas con EP practicar el control de los movimientos, la sincronización y la precisión.
Además de los beneficios físicos, estas actividades artesanales ofrecen una sensación de logro y relajación.
Actividades para el desarrollo de la motricidad gruesa

Crédito de la foto: Travis Robinson, 2024 Pickleball for Parkinson's event I
ejorar la motricidad gruesa puede aumentar la movilidad general y reducir el riesgo de caídas. Pruebe las siguientes actividades para mejorar el equilibrio, la flexibilidad y la coordinación.
Deportes de raqueta
El raquetbol, el pickleball y el ping-pong son excelentes opciones para mejorar el equilibrio, la coordinación mano-ojo y la concentración. Un estudio de 2021 descubrió que las personas que participaban en programas de ejercicios de ping-pong una vez a la semana durante seis meses mostraban mejoras en sus síntomas de EP.
Además de los beneficios físicos y cognitivos, los deportes de raqueta también proporcionan una gran salida para la socialización y la camaradería.
Senderismo
Las investigaciones demuestran que el ejercicio aeróbico, como caminar a paso ligero o hacer senderismo, mejora significativamente la acción motora, el equilibrio y la marcha, incluyendo la velocidad de la marcha, la longitud de la zancada/paso y la capacidad de caminar en personas con EP. Ambas actividades pueden incorporar fácilmente ayudas para la movilidad, como bastones y bastones, para que las personas con Parkinson puedan salir al aire libre y, al mismo tiempo, priorizar su seguridad.
El senderismo implica recorrer terrenos irregulares, lo que ayuda a mejorar el equilibrio y la cognición. Por no hablar de los beneficios para la salud mental de estar inmerso en el aire fresco y la belleza de la naturaleza.
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Bailando

El baile es una forma divertida y eficaz de trabajar el equilibrio, la coordinación y la flexibilidad.
Se ha demostrado que varias formas de baile, incluidos los bailes de salón, el tango e incluso los movimientos rítmicos sencillos, ayudan a las personas con EP a mejorar su función motora gruesa. Un estudio reveló incluso que dos clases de baile de una hora a la semana durante 10-13 semanas tenían efectos beneficiosos sobre el deterioro motor y el equilibrio.
La danza también ofrece un componente social que mejora el bienestar emocional.
Yoga
El yoga combina posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación. Para las personas con Parkinson, el yoga puede mejorar la flexibilidad, la fuerza y el equilibrio.
Muchas posturas de yoga pueden adaptarse a distintos niveles de habilidad, lo que lo convierte en una forma de ejercicio accesible.
Mejorar la EP con el poder del juego

Aunque la enfermedad de Parkinson plantea importantes retos a las habilidades motoras, los juegos y actividades específicos pueden ayudar a controlar e incluso mejorar las habilidades motoras finas y gruesas.
Incorporar estas actividades a la rutina diaria puede ayudar a las personas con Parkinson a mantener su independencia y mejorar su calidad de vida, permitiéndoles relacionarse con el mundo de forma significativa y satisfactoria.
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