Fisioterapia y enfermedad de Parkinson: Qué esperar

Mantener un estilo de vida activo es fundamental para controlar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Un fisioterapeuta puede ayudarle a mantener la movilidad diseñando una rutina de ejercicios que se adapte a sus síntomas y necesidades particulares.
He aquí un resumen de cómo la fisioterapia beneficia a las personas con enfermedad de Parkinson y qué esperar de una visita al fisioterapeuta.
¿Qué hace un fisioterapeuta?
Los fisioterapeutas están capacitados para diseñar una rutina de ejercicios para deficiencias motoras específicas, guiando a sus pacientes en el tratamiento continuado.
Un fisioterapeuta le proporcionará formación y consejos de autogestión, responderá a las preguntas relacionadas con su régimen de ejercicio, le ayudará a mantener la seguridad mientras hace ejercicio y le proporcionará información directa para concienciarle de que debe hacer ejercicio de forma eficaz.
Piense en el fisioterapeuta como parte de su programa habitual de bienestar físico: al igual que el dentista, es una buena idea programar visitas periódicas al fisioterapeuta, incluso cuando todo vaya bien.
Beneficios de la fisioterapia para la EP

La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurológico progresivo que afecta al movimiento y se caracteriza por síntomas como temblores, rigidez muscular, lentitud de movimientos y alteraciones del equilibrio o la coordinación.
Aunque la enfermedad es crónica y progresiva, la investigación y la práctica clínica han demostrado que el ejercicio regular y la fisioterapia pueden desempeñar un papel vital en la mejora de la calidad de vida y la independencia funcional de las personas con enfermedad de Parkinson.
He aquí cómo:
Mejora de la función motora
Trabajar con un fisioterapeuta puede mejorar literalmente la marcha, la movilidad de las articulaciones y la fuerza general. Un fisioterapeuta puede incorporar ejercicios específicos y estrategias de marcha que ayuden a reentrenar los pasos y mejorar la longitud y la cadencia de la zancada para que caminar sea más suave y seguro.
Además, un fisioterapeuta puede aplicar técnicas para mejorar la amplitud de movimiento de las articulaciones, facilitando los movimientos y disminuyendo las molestias.
Además, el entrenamiento de resistencia progresiva mejora la función motora y contrarresta la debilidad muscular que puede producirse con la enfermedad de Parkinson o debido a la reducción de la actividad física.
Mejora del equilibrio y la coordinación
Los ejercicios de entrenamiento del equilibrio desafían y mejoran la estabilidad del individuo, reduciendo el riesgo de caídas.
Del mismo modo, los ejercicios de coordinación ayudan a controlar la bradicinesia (lentitud de movimientos) y mejoran la fluidez y precisión de los movimientos.
Neuroplasticidad
Los ejercicios aeróbicos de alta intensidad y el entrenamiento de habilidades pueden fomentar la neuroplasticidad, es decir, la capacidad del cerebro para reorganizarse y formar nuevas conexiones neuronales. Esto es crucial en la enfermedad de Parkinson, ya que puede ayudar al cerebro a compensar las funciones perdidas o maximizar las funciones restantes.
Retrasar la progresión de la enfermedad

Aunque no existe cura conocida para la enfermedad de Parkinson, la actividad física regular y específica puede ayudar a ralentizar el deterioro de la movilidad y las habilidades motoras, retrasando potencialmente la progresión de los síntomas de la enfermedad.
Mejora de la postura
La EP a veces provoca inestabilidad postural y una postura inclinada hacia delante. La fisioterapia incluye ejercicios y estrategias para mejorar la postura y las reacciones posturales, esenciales para las actividades cotidianas y la prevención de lesiones.
Mejora de la calidad de vida
Al ocuparse de la movilidad, la fuerza, el equilibrio y las funciones cotidianas, la fisioterapia ayuda a las personas a mantener su independencia, al tiempo que participan en actividades que les gustan y mejoran su salud mental general, con lo que aumenta su calidad de vida.
Mejora de los síntomas no motores
Se ha demostrado que la actividad física mejora el estado de ánimo, el sueño, la fatiga y la salud mental en general, factores todos ellos que pueden verse afectados por el Parkinson.
Prevención de caídas

La fisioterapia contribuye significativamente a la prevención de caídas, una preocupación común para las personas con enfermedad de Parkinson, al mejorar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación.
Educación de pacientes y familiares
Los fisioterapeutas educan a pacientes y familiares sobre la EP y su tratamiento, creando un entorno de apoyo y promoviendo un estilo de vida activo, que es crucial para controlar la enfermedad a medida que avanza.
Qué esperar de una cita de fisioterapia
Asistir a sesiones de fisioterapia puede ser fundamental para que las personas con enfermedad de Parkinson controlen sus síntomas y mejoren su calidad de vida.
Un fisioterapeuta es una parte fundamental del equipo de atención, que puede incluir un terapeuta ocupacional, un logopeda, un especialista en trastornos del movimiento y un neurólogo. La fisioterapia es especialmente beneficiosa cuando se incorpora como parte de este enfoque multidisciplinar del tratamiento.
He aquí lo que una persona con enfermedad de Parkinson puede esperar durante una cita de fisioterapia y los tipos de tratamientos que se suelen ofrecer:
Evaluación inicial
La primera visita a un fisioterapeuta suele empezar con una revisión de la historia clínica, una evaluación física y el establecimiento de objetivos. El fisioterapeuta explorará los detalles de su diagnóstico de EP, incluida la duración, la medicación, los síntomas y el impacto en la vida diaria.
Durante la evaluación física, un fisioterapeuta valorará sus capacidades físicas actuales, que pueden incluir síntomas motores (signos de temblores, rigidez, bradicinesia, inestabilidad postural), equilibrio y marcha y riesgo asociado de caídas, movilidad articular y fuerza muscular, y movilidad funcional (capacidad para realizar actividades cotidianas como acostarse y levantarse de la cama).
Por último, un fisioterapeuta trabaja con usted para establecer objetivos personales. Entre ellos figuran mejorar la capacidad de andar, reducir el riesgo de caídas, realizar las actividades cotidianas con mayor eficacia o participar en aficiones o actividades específicas.
Sesiones de tratamiento
Las sesiones de tratamiento en fisioterapia para la enfermedad de Parkinson se diseñan en función de la evaluación inicial y los objetivos individuales y suelen incluir:
- Ejercicios aeróbicos y de acondicionamiento: El objetivo de estos ejercicios es mejorar el estado cardiovascular y la resistencia general y, potencialmente, beneficiar la salud cerebral. Los ejercicios incluyen caminar, montar en bicicleta, nadar o utilizar equipos como cintas de correr o bicicletas estáticas.
- Entrenamiento de fuerza: Los ejercicios específicos aumentan la fuerza muscular, sobre todo en las zonas que mejoran la movilidad y el equilibrio.
- Ejercicios de flexibilidad y estiramiento: Mejoran la amplitud de movimiento de las articulaciones, reducen la rigidez y ayudan a aliviar los calambres musculares comunes en la EP.
- Entrenamiento del equilibrio y la coordinación: Estos ejercicios son cruciales para reducir el riesgo de caídas. Incluyen practicar la bipedestación sobre un pie, caminar sobre una superficie irregular o movimientos funcionales como levantarse desde una posición sentada.
- Entrenamiento de la marcha: Los terapeutas trabajan con los pacientes de EP para mejorar sus patrones de marcha. Esto puede implicar estrategias para aumentar la longitud de los pasos, mejorar la velocidad o la simetría de la marcha y técnicas para superar el congelamiento de la marcha, un síntoma común en la EP.
- Entrenamiento postural: Los ejercicios y estrategias para mejorar la postura son esenciales, ya que la EP suele causar una inclinación hacia delante.
- Entrenamiento para tareas específicas: Estos ejercicios imitan las actividades diarias, ayudando a los pacientes a mantener la independencia en las tareas cotidianas.
- Ejercicios neuroprotectores: Actividades dirigidas a promover la salud cerebral y potencialmente ralentizar la progresión de la enfermedad. Suelen ser ejercicios de alta intensidad.
- Programas especializados: Algunos fisioterapeutas tienen formación en programas de ejercicios específicos para la EP, como LSVT BIG, que cuenta con protocolos estructurados para mejorar la amplitud de movimiento y la función motora en personas con Parkinson. Con LSVT BIG, un fisioterapeuta le hará realizar movimientos físicos sobreexagerados para reentrenar los músculos y ralentizar la progresión de la hipocinesia (el movimiento de arrastrar los pies asociado a la EP).
- Programa de ejercicios en casa: Su fisioterapeuta suele proporcionarle rutinas de ejercicios para practicar a diario en casa con el fin de mantener y potenciar los beneficios obtenidos durante las sesiones de terapia.
Evaluación y ajuste continuos

A lo largo del tratamiento, un fisioterapeuta evaluará continuamente sus progresos y ajustará el plan de tratamiento según sea necesario, teniendo en cuenta la naturaleza progresiva de la EP. Esto puede implicar cambiar los ejercicios, introducir nuevas actividades o abordar nuevos síntomas o retos.
Un fisioterapeuta también se comunicará con otros miembros de su equipo asistencial para garantizar un enfoque integral del tratamiento. Esto podría incluir conversaciones o planes de atención coordinados con neurólogos, médicos de atención primaria, terapeutas ocupacionales o logopedas.
La experiencia de cada persona con EP es única, por lo que las intervenciones de fisioterapia se adaptan a las necesidades individuales y se ajustan con el tiempo a medida que avanza la enfermedad. El objetivo principal es maximizar la calidad de vida, la seguridad y la independencia funcional.
Saque el máximo partido a la fisioterapia
Decidir reunirse con un fisioterapeuta de forma continuada es un primer paso fantástico para dar prioridad a su bienestar. Para aprovechar al máximo tus citas, asegúrate de poner en práctica estas tácticas:
- Haga preguntas: Venga preparado con preguntas y defiéndase durante su cita. Un buen fisioterapeuta agradecerá y alentará las preguntas durante toda la sesión.
- Acuda a las citas con regularidad: A medida que continúe asistiendo a las citas, su fisioterapeuta comprobará su progreso y modificará los ejercicios según cambien las necesidades. Asegúrate de seguir el tratamiento con regularidad para mantenerte en forma.
- Practique ejercicios en casa: Su fisioterapeuta le recomendará ejercicios seguros para practicar fuera de la terapia. Incorpórelos a su rutina diaria para maximizar los beneficios de la fisioterapia y considere formas adicionales de aumentar la actividad física según lo apruebe su fisioterapeuta.
Su experiencia con la fisioterapia sólo será tan buena como el esfuerzo que ponga en ella, así que demuéstrese a sí mismo un poco de cariño dando prioridad a sus citas y ejercicios.
Cómo encontrar un fisioterapeuta para la EP

Es importante señalar que los beneficios específicos que puede experimentar una persona pueden variar en función de la fase de la enfermedad, el estado de salud general del individuo y las especificidades del programa terapéutico.
Sin embargo, participar en un programa de fisioterapia bien diseñado y guiado por un fisioterapeuta con experiencia en la enfermedad de Parkinson puede ofrecer beneficios sustanciales en el control de los síntomas y la mejora de la calidad de vida.
Para encontrar un fisioterapeuta formado específicamente en EP, pida referencias a su neurólogo o profesional sanitario. PCLA también tiene una fuerte comunidad de personas apasionadas que están felices y dispuestas a compartir referencias.
Consulte nuestro calendario completo de grupos de apoyo (presenciales y virtuales) y eventos especiales, además de la acumulación de vídeos educativos para obtener más información sobre los beneficios de la fisioterapia para la EP.
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