Mantenerse hidratado con Parkinson: Lo que hay que saber

Para las personas que viven con la enfermedad de Parkinson, mantenerse hidratado no es sólo una cuestión de salud general; es una parte fundamental del control de los síntomas y del bienestar general.
La deshidratación puede exacerbar los síntomas motores, aumentar el riesgo de caídas, deteriorar la cognición e incluso interferir en la eficacia de la medicación.
Comprender la conexión entre la EP y la hidratación es esencial tanto para las personas con EP como para los cuidadores y los profesionales sanitarios.
Por qué es fundamental mantenerse hidratado con Parkinson

El agua desempeña un papel fundamental en casi todas las funciones corporales: regula la temperatura, favorece la digestión, mantiene la presión sanguínea y garantiza una actividad celular adecuada.
Para quienes padecen Parkinson, estas funciones son aún más cruciales.
Eficacia de los medicamentos
La levodopa, el medicamento más recetado para la EP, depende de una absorción adecuada en el intestino delgado.
La deshidratación puede retrasar el vaciado gástrico y dificultar la absorción de Levodopa y otros medicamentos, lo que provoca fluctuaciones en el rendimiento motor, también conocidas como periodos "off".
Función cognitiva
Incluso una deshidratación leve(tan sólo un 1-2% de pérdida de líquidos) puede causar un deterioro cognitivo mensurable de la memoria, la atención y la concentración. Para las personas con EP, que ya sufren cambios cognitivos, mantenerse hidratado es un factor de protección.
Tensión arterial y caídas
La hipotensión ortostática -una caída repentina de la presión arterial al ponerse de pie- esfrecuente en el Parkinson y empeora con la deshidratación. Esto puede provocar mareos, desmayos y un mayor riesgo de caídas y fracturas.
Mejora de la digestión
El consumo regular de agua ayuda a la digestión, disminuyendo el impacto del estreñimiento, un efecto secundario común de la enfermedad de Parkinson.
Causas de la deshidratación en la EP

Varios síntomas y factores de tratamiento relacionados con el Parkinson predisponen a las personas que lo padecen a la deshidratación:
Efectos secundarios de los medicamentos
Algunos medicamentos para la EP pueden aumentar la micción o reducir el flujo salival, dos factores que contribuyen a la pérdida de líquidos.
Reducción de la sensación de sed
La EP puede dañar el hipotálamo y el tronco encefálico, áreas implicadas en la regulación de la sed. Como resultado, las personas con Parkinson pueden no sentir sed incluso cuando su cuerpo necesita líquidos.
Disfagia (dificultad para tragar)
Las dificultades para tragar afectan hasta al 80% de las personas con EP, especialmente en fases avanzadas. Esto puede hacer que beber agua resulte incómodo o arriesgado, lo que conduce a una disminución de la ingesta.
Sudoración excesiva y babeo
La disfunción autonómica en la EP puede causar diaforesis (sudoración excesiva), que conduce a la pérdida de líquidos. Paradójicamente, las personas con Parkinson también pueden experimentar sialorrea (exceso de saliva), y aun así necesitan reponer líquidos para su hidratación interna.
Frecuencia urinaria e incontinencia
La vejiga hiperactiva o la incontinencia son síntomas no motores frecuentes de la enfermedad de Parkinson. Algunos individuos reducen la ingesta de líquidos en un intento de controlar estos síntomas, aumentando inadvertidamente su riesgo de deshidratación.
Síntomas de deshidratación

Reconocer la deshidratación a tiempo es esencial, especialmente cuando algunos síntomas pueden solaparse con la propia EP.
Las señales incluyen:
- Boca seca y saliva espesa
- Fatiga y calambres musculares
- Confusión o mareos
- Estreñimiento
- Orina de color amarillo oscuro o escasa producción de orina
- Dolores de cabeza
- Tensión arterial baja y mareos
La deshidratación grave puede llevar a la hospitalización, especialmente en adultos mayores o en personas con múltiples afecciones.
Consejos para mantenerse hidratado con Parkinson

A continuación se presentan estrategias prácticas para ayudar a las personas con EP a mantener una hidratación saludable:
1. Establezca un programa de hidratación
Utiliza alarmas o aplicaciones que te recuerden beber pequeñas cantidades de líquido a lo largo del día. Intenta beber al menos 6-8 vasos (1,5-2 litros) al día, ajustando la cantidad en función del nivel de actividad y la exposición al calor.
2. Incorporar alimentos hidratantes
Añade a la dieta alimentos ricos en agua, como pepinos, sandía, fresas, sopas y batidos. Además de hidratar, suelen ser más fáciles de tragar.
3. Utilizar vasos y pajitas adaptables
Para las personas con temblores o rigidez en las manos, los vasos antiderrame, las pajitas o las mochilas de hidratación pueden hacer que beber sea más fácil y seguro.
4. Manejar las dificultades para tragar
Trabaje con un logopeda para desarrollar técnicas de deglución seguras. A las personas con riesgo de aspiración se les pueden recomendar líquidos espesados.
Para aquellos en el área de Los Ángeles, ¡Hable! es un recurso gratuito de terapia del habla en Cal State LA para personas con la enfermedad de Parkinson. Obtenga más información aquí.
5. Evitar sustancias deshidratantes
Limite el consumo de cafeína y alcohol, ya que ambos pueden actuar como diuréticos. Controle los riesgos de deshidratación de los medicamentos y, si es necesario, hable con su médico sobre alternativas.
6. Complementar el agua con electrolitos
En los días más calurosos o después de sudar, añade a tu rutina bebidas o mezclas de electrolitos sin azúcar para ayudar a reponer el sodio y el potasio, sin azúcares añadidos.
7. Vigilar los signos
Vigile el color y la frecuencia de la orina para comprobar rápidamente la hidratación. Una orina de color amarillo pálido suele indicar una buena hidratación. Si tienes sed, ya estás deshidratado.
Hidratarse para mantenerse sano

La deshidratación es un problema que a menudo se pasa por alto, pero que reviste una importancia crítica en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson. Desde comprometer la eficacia de la medicación hasta aumentar el riesgo de caídas y deterioro cognitivo, la escasa ingesta de líquidos puede tener graves consecuencias.
Con concienciación, rutina y apoyo, las personas con EP pueden adoptar estrategias para mantener una hidratación adecuada y salvaguardar su salud general.
Tanto si padece Parkinson como si cuida de alguien que lo padece, haga de la hidratación una prioridad diaria: ¡es una de las medidas más sencillas pero más impactantes que puede tomar!
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